La decisión burocrática de desalojar los servicios católicos de la capilla católica del aeropuerto El Dorado, en Bogotá, no parece ser un gesto que busque enriquecer la armonía interreligiosa que reina en Colombia. Ha sido más bien una decisión unilateral de políticos y mercaderes, que en nada consultaron a los líderes religiosos de la Nación residentes en Bogotá. A esto se suma que, las redes sociales comienzan a postear el cierre de la capilla del aeropuerto de Neiva. Todo esto ha generado diferentes protestas durante estos días, y una convocatoria para orar en procesión el próximo sábado 3 de septiembre a las 11.00, desde la calle 26 con carrera 97 hasta las instalaciones del aeropuerto.
Por su parte el Maestro Budista Densho Quintero, misionero de la Escuela Soto del Japón, maestro del Templo Zen Mente Magnánima, Daishinji, de la Comunidad Soto Zen de Colombia. Heredero en el Dharma del Ven. Shohaku Okumura Roshi, abad del Templo Sanshin en Bloomington, Indiana, ha manifestado en las redes sociales su apoyo a la Iglesia Católica por el desalojo forzado de la capilla católica en el aeropuerto:
Apoyamos a la comunidad católica en su sentido clamor. ¿Qué razón hay en el desalojo forzado de su capilla después de tantos años de servir como lugar de culto y recogimiento para viajeros y empleados del aeropuerto?
Y además comparte a toda la comunidad budista nuestro reciente artículo: ‘Lo que está quieto… se deja quieto…’ en el que se aprecia una imagen de la capilla con todo su ornato religioso católico. http://elclero.co/reflexiones/lo-que-esta-quieto-se-deja-quieto/
Los católicos también apoyamos la creación de un espacio en el que, personas de los diferentes credos puedan tener un espacio, -no solo en el aeropuerto-, sino también en centros educativos, culturales y de convocatoria con tiempos de espera en el lugar. Que creyentes de diferentes credos puedan encontrar un lugar de recogimiento y oración; pero esto se puede hacer sin detrimento de los lugares que los católicos han tenido por larga data.
Queremos sentar precedente ante decisiones inconsultas que puedan dañar la armonía interreligiosa, método para dividir y reinar que utilizan algunos políticos. Las tradiciones religiosas en Colombia, con seguridad, no caerán en la trampa de la manipulación. ( También se puede decir “no se dejarán llevar a la trampa”..)
Otros líderes religiosos han manifestado verbalmente este apoyo y sabemos que en las próximas horas lo manifestarán por otros medios. Es urgente que la Alcaldía de Bogotá, así como los burgomaestres de otras ciudades, consulten decisiones que pueden afectar la convivencia sana que hoy tienen la religiones en nuestro país, y por respeto a la Comunidad Católica que por siglos ha aportado al crecimiento de la Nación.
Queda claro que los políticos no pueden hablar en nombre de las religiones.
Víctor Ricardo Moreno Holguín, Pbro.
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