Dios hace la historia, y la hace cuando los seres humanos se abren a su Presencia y a su Espíritu. De esto son testigos los místicos.
Los místicos fueron personas que llevaron vidas muy ancladas en la historia, que vivieron historias muy concretas, en medio de situaciones, incluso muy caóticas: san Francisco de Asís, santa Catalina de Siena, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, la santa colombiana, Laura Montoya, el Maestro Eckhart, Thomas Merton, etc., fueron personas que hicieron de su vida una Presencia Divina.
Un contemplativo es una persona, muy concreta, muy encarnada; por ejemplo, santa Catalina de Siena tuvo que enfrentar tareas políticas, y hasta orientó al Papa, a pesar de ser una persona iletrada…
San Francisco de Asís vivió momentos muy difíciles, en medio de una gran crisis de la Iglesia, en medio de las guerras cruzadas, y supo dirigir a más hombres y mujeres en la tarea del seguimiento divino, creando un inmenso movimiento desde Europa, que se vive en todo el mundo.
Santa Teresa de Jesús construyó 17 monasterios. Sin dudas, para esto, tuvo que ser muy concreta y muy clara en las tareas que realizaba.
Entre nosotros, la santa colombiana, Laura Montoya, se dedicó a la educación y evangelización de los indígenas, cuando ni siquiera los clérigos se le medían a hacerlo… incluso, tuvo que enfrentar la oposición de diferentes ‘responsables de la evangelización’. Maestro Eckhart, quien incluso murió perseguido por la Inquisición.
Estamos llamados a ser místicos para el siglo XXI; los místicos personas movidas por un Espíritu que los sobrepasaba, por el Espíritu Divino; personas que vivieron su momento histórico. Los místicos son personas que saben vivir la historia; nosotros estamos llamados a saber vivir este siglo XXI.
Cada uno de nosotros está llamado a vivir el compromiso diario, en el hogar, en las responsabilidades sociales que tenemos, o eclesiales que hemos asumido, con obras, momentos, tareas concretas. A eso nos ha de llevar la contemplación, no a vivir desencarnados, sino a vivir la Presencia Divina en la historia.
Para eso nos sentamos, para que ese Espíritu impregne nuestra existencia. La existencia se hace Escuela, la Escuela es la práctica…. en la Escuela .S.A.L.M.O.S., tenemos como guías a los místicos.
Víctor Ricardo Moreno Holguín, Pbro.
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