Viganó, primero, luego Becciu y ahora Pell y Georg Gaswein todos con el carácter episcopal y lanza en ristre contra el Papa. ¡Qué falta de comunión y cuánta irresponsabilidad para con el Sumo Pontífice, el Papa Francisco y para con la Iglesia entera! Un total desconocimiento de sus deberes como obispos.
Leer que Pell afirma que Francisco lo ha decepcionado, que no predica el Evangelio y todo lo demás de su venenoso y nefasto memorándum produce tristeza en el alma, dolor que invade el corazón y una profunda lástima por un ser que muestre tanta pobreza espiritual y vacío interior, y que pretende aparentar una seudopreocupación por la Iglesia a la que él ha enlodado con su maliciosa, intencional y perversa ignorancia de la verdad. Un ‘Cardenal’ en esa actitud, con esa postura pretendiendo juzgar al Papa, ¡Cuánta presunción y cuánta soberbia! pero que, desafortunadamente, no sorprende a quienes hemos conocido otros casos como la actitud de Viganó el ‘inocente’ nuncio que dejo de hacer lo que ha debido hacer y de su culpable omisión pretendió culpar al Papa; el nuncio que no supo cumplir ni su deber ni su misión. Y qué decir del otro ‘Cardenal’ que hace una llamada para obtener clandestina y dolosamente una grabación de palabras del Papa para poder manipularlas luego en su favor. Además a la lista se suma el secretario personal de Benedicto XVI quien estuvo muy acucioso escribiendo ‘sus memorias’ mientras Benedicto se extinguía y no perdió la ocasión para lanzar dardos al Papa.
¿Dónde ha quedado la misión y el deber, la rectitud y la entereza moral de quienes han sido elevados a la dignidad episcopal? Se les ha hecho fácil ir en contra del Sumo Pontífice, denigrar, señalar y acusar al superior cuando no se acepta su autoridad o porque les incomoda su firmeza. ¿Quizas se sienten ‘defraudados’ porque no fueron consultados por Francisco?
¿En qué ha quedado la comunión y la responsabilidad inherentes a la consagración episcopal, deber insoslayable que no se ha sabido cumplir?
¿Es que acaso no hay aquí un grave problema de falta de Fe, de madurez y de convicción por parte de estos críticos que no han sabido vivir la comunión que reclama el mismo episcopado?
Y ahora, también Georg Batzing, como si no hubiera conocido la carta de Francisco a todo el episcopado alemán, a todo, incluido él como su presidente. ¿Qué les ha pasado a estos obispos con su deber de fidelidad al Evangelio y de comunión y corresponsabilidad con el Papa?
A los protagonistas de tan vergonzosas conductas cabe recordarles que su primer deber es servir, servir a La Verdad y no a su verdad, y para esto el primer paso es vivir el Evangelio, mirar la realidad desde el Evangelio, desde La Verdad que es Jesucristo, con humildad, con sencillez de corazón para que la soberbia no tuerza la razón, no nuble la conciencia y no ciegue el entendimiento.
Nos conforta la promesa de Jesucristo a su Iglesia: “A ti te daré las llaves… y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella”.
Jorge A Martínez-Espinosa. Pbro
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