El padre Jorge Julio Mejía es un jesuita que medita desde el 28 de diciembre de 1991 (porque cuando se entra en este camino, no se puede olvidar el día en que uno se conecta con su Ser Esencial, gracias a las prácticas simples y profundas de los místicos). De esta manera, dice que, descubrió la importancia central en su vida espiritual, esa de la que habla la parábola de la Vid y los Sarmientos (Jn 15).
Confiesa, además, “la meditación se convirtió para mí en el ejercicio que me permitió unirme al tronco y dejar circular ‘la sabia’ por todo mi ser, y sentir cómo me ‘trasformaba’ a lo largo de la práctica constante, ininterrumpida. Meditar no consistía en sentarme a hacer algo, sino sentarme y dejar que algo comenzara a sucederme”.
Sentados en meditación tenemos la experiencia de encuentro con el Misterio, que vivifica y renueva todo nuestro ser, tal como los dice el Maestro en la parábola de la Vid y los sarmientos.
Ya en 1989, san Juan Pablo II, había aprobado la ‘Carta Sobre la Meditación Cristiana’, elaborada por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; así, lo que el padre Jota comenzaba a practicar, en Europa se había abierto paso en seminarios y monasterios, y había llegado a algunos lugares de Latinoamérica: ayudarse de las bondades de otras tradiciones espirituales para hacer que los cristianos profundizaran en su oración e hicieran un camino de espiritualidad (cfr. Carta sobre la meditación Cristiana No. 16).
La meditación siempre hizo parte de la Tradición Judeocristiana, pero a lo largo de la historia se abandonó para asumir formas más discursivas de oración. Así, había llegado el momento de reintroducir la meditación en Colombia.
Jota, como lo llaman sus amigos, hizo contacto con la Meditación Zen gracias al P. Marco Vinicio Rueda, jesuita ecuatoriano, y recuerda que conoció, gracias a él las enseñanzas de Karlfried Graf Dürckheim, Filósofo y Psicólogo Alemán que pasó más de 9 años en el Japón y allí, según dice él, descubrió la rama oriental del árbol de la humanidad. Sin embargo hemos de recordar que fue principalmente otro Jesuita, Hugo Enomiya Lasalle, quien dio el paso para romper el hielo entre la Tradición Zen y la Mística Cristiana durante sus sesenta años de misión en Japón. Lassalle trajo las prácticas meditativas a Europa y América en retiros y conferencias. Su libro ‘Zen y Mística Cristiana’ fue recibido y agradecido por san Pablo VI durante los años 70’s.
El Padre Jota (de pie 2o. de izq. a der.) vivió en la sede .S.A.L.M.O.S. gratas jornadas con varios de quienes vienen practicando meditación a su lado durante estos 30 años de LABERINTO
¿Cuándo comenzó a enseñar meditación?
“En 1992 un amigo, profesor de teatro me invito a que le ayudara con unos jóvenes, cuya superficialidad le preocupaba, para hacerles un retiro no religioso, no basado en las devociones, sino más bien una propuesta espiritual, que tuviese carácter transformador”. Entonces, Jota y una amiga artista, elaboraron una propuesta de espiritualidad que recogía su aprendizaje como respuesta al nuevo contexto religioso juvenil; así ‘inventaron’ ese retiro.
Para sorpresa de todos, los jóvenes tuvieron una experiencia maravillosa que comunicaron inmediatamente a sus compañeros que no habían asistido al retiro; estos a su vez se lo contaron a sus padres, quienes también participaron, al igual que profesores; todos manifestaron su alegría de haber encontrado un camino, a la vez simple y profundo, que respondiera a sus búsquedas espirituales que no conectaban con la religiosidad tradicional.
Surge LABERINTO
“Es que se hablaba de la Vida, la vida interior; el verdadero camino de la Vida”, manifiesta Jota con alegría; es el secreto de la práctica meditativa. Entonces, resolvió ofrecer el retiro a otras personas. Así, descubrieron que les encantaba aprender a recorrer ese sendero sagrado de la vida.
Recorrer el sendero sagrado de la vida, siguiendo el laberinto de Chartres, ha sido una de las grandes ayudas para los meditadores. Foto en el salón de meditación de .S.A.L.M.O.S.
Haciendo memoria de uno de los detalles con que elaboró su propuesta, confiesa que “recordé que en Chartres, Francia, había un laberinto: un ejercicio espiritual caminado, nacido en la edad Media. Buen nombre para estos ejercicios de apoyo al crecimiento de la vida interior: LABERINTO”. La sólida propuesta de Jota se convirtió en innovadora y renovadora en Colombia.
LABERINTO y .S.A.L.M.O.S, en el camino Interior de la Vida Cristiana
Guardar silencio en actitud contemplativa, concelebrar la Eucaristía con alegría sacerdotal y dirigir la homilía como una meditación, hizo parte de este feliz encuentro fraterno sacerdotal.
El padre Jota ha manifestado su alegría por los 10 años de .S.A.L.M.O.S. Espiritualidad Integral, y gracias a su amistad con esta propuesta, envía invitaciones a muchos de los meditadores de LABERINTO para que asistan a sus retiros en Choachí. Por este motivo, el homenaje se le rindió en la sede de .S.A.L.M.O.S. El próximo año cumplirá treinta años de estar realizando este cultivo en experiencias internas durante los puentes del año. Jota, por su parte, estará viviendo su Ministerio en la casa jesuita de retiros San Claver, en Santandercito, Cundinamarca.
"Qué mejor espacio que este para celebrar la Eucaristía, mientras canta el coro de aves silvestres, merodean las ardillas y las plantas floridas elevan un himno al Señor" (Eucaristía el 15 de diciembre, en el jardín de San Francisco. Sede .S.A.L.M.O.S.)
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