Huellas de gigantes surcan las tierras de la evangelización bogotana. Huellas que evidencian el peso de quienes las imprimen: a mayor peso, mayor profundidad; a mayor longevidad, mayor longitud en el surco; a mayor fraternidad, mayor amplitud de la huella.
Han caminado delante, junto, e incluso atrás nuestro, pero siempre han dado la impresión de estar llevando con firmeza, sin pretensiones y con libertad, la Tea que no se apaga, y que a todos ilumina, porque cuentan con la sabiduría de reconocer que no les pertenece; porque no solo fueron elegidos para la misión, sino que además se dejaron ‘in formar’ (formar desde dentro) con la fuerza de un Espíritu, que tantas veces extrañamos en nuestros afanes misioneros.
Partió el ilustrísimo monseñor Teófilo Tobar Jiménez (1931-2022). Si a alguno de nosotros lo embarga una caricia de nostalgia por su partida, sepa que no es exclusiva, varios también la percibimos. Sin embargo, -y con seguridad-, a todo el Clero bogotano, ya desde el lecho de su despedida, nos envolvía su halo de sencillez, sabiduría, fraternidad, genialidad, y exquisito buen humor.
Además de enlistar la multiplicidad de sus tareas cumplidas con dedicación, inteligencia y transparencia, como manera de recordarlo, a muchos nos bastará con permitirnos re-cordar (pasar por el corazón) la última vez que estrechamos su mano mientras nos miraba a los ojos. ¡Qué grata experiencia fraterna! Allí estaba su historial de apóstol, aunque siempre discípulo, pues siempre estuvo interesado en aprender, en escuchar y reconocer cómo el Espíritu soplaba en los demás. Era desconcertante escucharle decir “enséñeme como es eso que usted hace”. Con seguridad, para todos fue muy grato ver su video en las asambleas vicariales; providencialmente oportuno.
No conviene aislar la figura de Teófilo de aquellos otros teófilos que nos han precedido, -al menos en el último siglo-: desde el santo cura pobre de san Diego, el padre Almanza, pasando por el santo siervo y arzobispo Ismael Perdomo, hasta varios de los pastores que hemos despedido en este tiempo de pandemia. No conviene, porque caeríamos en la trampa de creer que no estamos asistiendo a oleadas de la fuerza del Señor que van empujando la siembra a la que hemos sido convocados. Claro, algunos como Teófilo descuellan, pero estamos bebiendo de las mismas fuentes en las que él bebió, y eso no solo nos alegra, sino que nos reconforta.
En las redes sociales el Clero tempranamente se manifestó, luego de que mons. Rafael Cotrino nos dio la noticia:
‘Siervo bueno, generoso y fiel, ¡pasa al banquete de tu Señor!’; (Daniel Saldarriaga)
‘Mi gran amigo en la Comisión de Formación y tutor de grandes proyectos: Dios te tenga en el cielo.’ (Laureano Barón)
‘Acompañé a monseñor Teófilo en la posesión de monseñor Salamanca. Estuvo feliz de haber compartido el encuentro de hermanos del presbiterio de Bogotá’ (Alfonso Moyano)
‘Una triste noticia. Se nos fue un gran pastor y a migo a la Casa del Padre. Que Dios lo reciba en su gloria y le de el descanso eterno’ (Juan Carlos Osorio).
‘Despidiendo al pastor, amigo y hermano. Feliz regreso a la Casa del Padre.’ (Gonzalo Barón).
‘Mil Gracias por compartir esta gran noticia. Dios lo lleve a su Reino. Amén’. (Isaías Márquez).
‘Igualmente, y su fraternal solidaridad con sus hermanos sacerdotes, el Señor de la Vida ya lo ha acogido en su paz’. (Silvio Cajiao).
‘Tengo recuerdos muy valiosos de él’. (Hernando Javier Moreno).
‘Descanse en paz’. (Alejandro Henao).
‘Doy gracias a Dios por la vida y ministerio de Monseñor Teófilo Tobar, en su paso por la muerte a la vida con Cristo. Sacerdote ejemplar por su dedicación, su integridad y autenticidad sacerdotal. Que el Señor lo acoja misericordioso en el premio eterno ya que fue digna presencia de Cristo Pastor entre nosotros. En la renovación posconciliar tuvo un servicio y liderazgo que fueron muy importantes para la vida de nuestra Arquidiócesis. Muchas veces pensé que hubiera sido también valioso para la iglesia que hubiera sido llamado a ser obispo.’ (Mauro Serrano).
‘Paz eterna para un hombre que supo dar su vida en el sacerdocio’ (Alfonso Guitérrez)
En estos días en los que se publican huellas de la crisis vocacional, además de saber presentar la figura de Teófilo para atraer nuevas vocaciones, -porque él también supo ser un hombre para su momento histórico-, se ha de aprovechar para hacer un llamado a responder a estos tiempos nuevos. Vale la pena escudriñar en su docilidad, secreto que hace de los hombres del Espíritu, el mejor camino para ser verdaderos teófilos.
Querido Teófilo, nuevamente un abrazo, una sonrisa y una oración, que siempre nos mantendrán unidos porque llevamos en nosotros, como Clero, la huella de eternidad, que tu presencia nos supo irradiar.
Concluyamos con las palabras del Sr. Arzobispo:
‘Señor te doy gracias por la vida y ministerio de nuestro hermano sacerdote Teófilo, lo vi por última vez en Facatativá, le agradecí su testimonio y su servicio específico en el video “La cosecha es cierta”. Mons. Teófilo maduró en su vida sacerdotal sembrando la semilla del Reino. ¡Descanse buen obrero en la casa del Padre!’ +Luis José
VELACIÓN: con presencia de cenizas, sábado 25 de junio de 2022, a partir de las 8:00 a.m. Sala 1 Mayor Nuestra Señora Funeraria La Candelaria ( Calle 98 No. 18A-23).
EXEQUIAS: sábado 25 de junio de 2022, hora: 3:00 p.m., Parroquia Cristo Rey ( Calle 98 No. 18A-12).
Víctor Ricardo Moreno Holguín, Pbro.
El Clero.co
Visitas: 1026