Carta de un sacerdote casado al Papa
Querido Francisco: Soy un sacerdote casado. Nací en una familia religiosa de España. Mis padres, de fe profunda y auténtica, me enseñaron desde pequeño a orar, y cada domingo íbamos en familia a misa. Estudié en un colegio católico, fui a una parroquia a catequesis de comunión y, después, de confirmación. Toda mi vida, por tanto, ha estado rodeada de fe. Sin embargo, puede decirse...