Libérate de la vieja idea de que imponerse la ceniza busca el desprecio de nuestra humanidad. La voz que quiere despertarnos al decir ‘polvo eres y al polvo retornarás’, propia del miércoles de ceniza, no es una amenaza, nunca lo ha sido, y nadie debe acompañar este rito con ese tono en los labios. Incluso, la invitación ‘retorna a Dios y cree la buena noticia’, que también suele acompañar esta liturgia, nos dice en verdad, que la cuaresma es un tiempo de decidido retorno hacia la Luz.
En la liturgia católica nadie habla de desgracias amenazantes y futuras, por el contrario, habla de nuevos horizontes. Es además una feliz invitación a abrir los ojos para redescubrir nuestra unidad con el Kosmos (con ‘k’ y no con ‘c’), es decir con toda la creación que incluye a la humanidad entera y a las huellas Divinas que los habita, a diferencia del cosmos con ‘c’, que solo se refiere a la materia, como algo inerte, aunque este cargada de leyes físicas. El miércoles de ceniza comienza el retorno a lo que somos. Es el inicio de una cuaresma de experiencias espirituales.
Y si esta cuaresma se inicia con ayuno, ofrendas y oración es porque precisamente la invitación que se nos hace es a la libertad de todo: somos libres ante el alimento, y por esto podemos hacer ayuno; agradezco a la creación el don del alimento pero tengo la libertad de tomar poco alimento porque no quiero crear dependencias ni caer en la avaricia de lo que ofrece la creación; libertad sobre mis posesiones, y por esto puedo desprenderme sin dolor de los bienes que poseo, porque entiendo que tan solo soy su administrador; y libertad ante Dios, por esto elijo amorosamente hacerme citas diarias con Él en la intimidad del encuentro, siguiendo la invitación del Maestro: cuando vayas a orar entra a tu morada, cierra la puerta y encuentra a tu Padre que está allí, aunque de momento no lo comprendas, y el te recompensará con la divinización de tu humanidad.
¿¡Ves!?, la cuaresma no habla de desgracias, de penurias, culpas, miedos, dolores, autoflagelación o demás tergiversaciones. Es, más bien, la maravillosa invitación a hacer camino, con los pies descalzos, es decir, desnudando el alma de todo aquello que no somos, y paso a paso, ir por un desierto en el que estamos llamados a vivir profundas experiencias espirituales.
¡VAMOS! EN ESTA CUARESMA, RETORNA A LO QUE ERES EN VERDAD…
SALMOS – Espiritualidad Integral
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