Bogotá, D.C., febrero 17 de 2022
Mensaje de los obispos católicos de Colombia a propósito del año electoral
“El que quiera ser el primero, que sea el servidor de todos”
-Mateo 20, 27-
Los colombianos estamos viviendo un momento crucial en la historia de nuestra Nación. Los graves problemas sociales que subsisten -como la inequidad, la corrupción, la devastadora acción del narcotráfico y del microtráfico, la pobreza y la violencia- reclaman el fortalecimiento de nuestro sistema democrático y el compromiso común a favor del desarrollo integral de toda la población.
Los obispos católicos de Colombia, preocupados por nuestra nación e iluminados por la Palabra del Señor, invitamos a todos los ciudadano a:
- A considerar atentamente la trayectoria y propuestas de campaña de los candidatos que aspiran al Congreso y a la Presidencia de la República, con el fin de identificar líderes honestos y competentes, capaces de promover el bienestar de todos los colombianos.
- A hacer sentir con toda claridad sus necesidades a los candidatos, de modo que sus programas legislativos o de gobierno respondan a las necesidades concretas de cada uno de los territorios y al interés nacional.
- A participar activamente con el voto libre y responsable, fruto de una decisión informada y tomada en conciencia.
- A favorecer el espíritu democrático y reclamar del Gobierno las garantías para prevenir todo tipo de delito electoral.
Exhortamos a los lideres políticos:
- A encontrar en el bien común la mayor motivación para su servicio, de modo que los clamores de la población colombiana -especialmente de las nuevas generaciones y de los más pobres- sean escuchados y las problemáticas socia les que siguen sin respuesta sean, por fin, atendidos.
- A ejercer un liderazgo capaz de incluir a todos en un proyecto de nación que cuide la paz, acreciente la confianza en las instituciones y en el prójimo, y en el que cada uno pueda sentirse arquitecto y artesano del desarrollo humano, económico y social de nuestro país.
- A impedir toda forma de corrupción, pues ella desvirtúa la noble labor política de buscar el bien común y no el interés particular, y siembra frustración en la población. “La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad” (Evangelii Gaudiu m, 205).
- A desarrollar las campañas electorales en el marco de la veracidad y la mesura, con un espíritu constructivo, evitando alimentar lógicas cerradas, odios o polarizaciones.
Comprometámonos, todos los colombianos:
- A construir con decisión y sin miedo un país mejor, permitiendo que nuestras profundas raíces cristianas nos muevan cada vez más a la práctica de la justicia, al diálogo y a la fraternidad.
1O. A promover el respeto a la vida humana en toda s sus etapas y expresiones, la protección de la familia, el derecho de los padres a educar a sus hijos, la libertad de conciencia y el cuidado de nuestros ecosistemas.
- A abandonar los caminos de la intolerancia y la violencia -que tanto despojo, dolor y muerte han dejado- y emprender juntos las sendas de la amistad social, vía preciosa para consolidar una sana convivencia.
- A mirar con esperanza el futuro de Colombia , pues valoramos lo que hemos logrado ya y las grandes reservas de bien que hay en el corazón de nuestro Con el concurso de todos, podemos edificar un país reconciliado y en paz.
A los pies de Nuestra Señora de Chiquinquirá, ponemos nuestra amada nación colombiana. Que ella interceda por todos nosotros para que el Señor “nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres” (Evangelii Gaudium , n. 205).
+ Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Presidente de la Conferencia Episcopal
+ Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP Arzobispo de Popayán, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal
+ Luis Manuel Alí Herrera Obispo Auxiliar de Bogotá, Secretario General de la Conferencia Episcopal
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