Cuando el Obispo lloró
Un día cualquiera nacimos. Fuimos arrojados a este mundo, con un parto prematuro; estábamos en nuestra zona de confort dentro del vientre materno; de pronto un día cualquiera, nacimos a este mundo lleno de alegría alrededor, de sueños, de propósitos venideros en el tiempo. Nuestra matriz existencial con todo lo que ella implica, el conocimiento, la religión, la cultura, el arte y la vida...